Los Caballeros de Colón de Baja California Sur, lamentamos profundamente y nos entristece la profanación y el robo de objetos sagrados cometidos a la Catedral de Nuestra Señora de La Paz, ya que constituye una ofensa a la fe de un pueblo, el pueblo católico sudcaliforniano constituido por hombres y mujeres en estado de vida laico y todos los tipos de consagrados pero que juntos formamos una sola iglesia.
Deseamos expresar nuestra solidaridad a nuestro pastor y Obispo Don Miguel Ángel Alba Díaz, al Obispo Coadjutor Don Miguel Espinoza Garza, al Obispo Auxiliar Don Jaime Rodríguez Salazar y a la curia diocesana ya que como organización familiar de católicos entendemos que los hechos cometidos a la Catedral de La Paz no solo constituyen delitos, de robo, invasión y daño a un monumento histórico, sino que también puede estar expresando o alentando el odio religioso lo que constituye una violación a los derechos constitucionales y a los derechos humanos.
Los Caballeros de Colón como laicos bautizados estamos unidos en una fraternidad de familias católicas incorporados a diversas parroquias de la diócesis de La Paz, consideramos que estas acciones y otras que han ocurrido en el pasado reciente evidencian una necesidad de reforzar las estrategias, políticas y programas de gobierno para que impacten de “fondo” las causas de los delitos y de los hechos violentos es decir, no solo el reforzamiento de la seguridad pública en las calles o a las violencias de “género” como se ha ido anunciado sino que también se deben incorporar valores humanos como la solidaridad, tolerancia, amor, la paz, la vida, y la unidad de un solo pueblo pluricultural, el pueblo mexicano en sudcalifornia.
Invitamos a todos los grupos católicos diversos a la oración, pero también a la acción profética que ha sido adquirida desde nuestro bautismo; invitamos a todos los bautizados de otras denominaciones pero que también son hermanos cristianos y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a reflexionar sobre lo que juntos podemos lograr desde nuestros ambientes para contrarrestar los males que aquejan a nuestra sociedad actual.
Finalmente queremos expresar que no es nuestra intención juzgar ni alentar el odio hacia las personas que cometieron estos actos ni a nadie, más bien queremos recordar el dicho que dice: “Es mejor encender una luz que maldecir la obscuridad” por qué la Catedral de Nuestra Señora de La Paz es un lugar de ayuda y servicio a los demás, lugar en donde se puede ser mejores católicos, mejores ciudadanos, mejores personas y está abierta a todos.