Hoy, la presidenta municipal de La Paz, Milena Quiroga Romero, anunció una pausa en la apertura de la nueva potabilizadora de agua que estaba siendo desarrollada por el Ayuntamiento. La decisión se tomó después de que estudios de laboratorio detectaran sustancias posiblemente dañinas en el agua proveniente de la presa de la Buena Mujer, incluyendo, al parecer, magnesio, aunque aún no se ha confirmado con precisión. La presidenta explicó que se está a la espera de más equipo especializado y una mayor inversión para instalar los filtros necesarios que permitan eliminar este elemento antes de continuar con el proyecto.
Este incidente ha generado preocupación no solo sobre la calidad del agua en la nueva planta, sino también sobre si las potabilizadoras existentes en la ciudad de La Paz están operando con filtros adecuados para evitar que sustancias nocivas lleguen al agua que consumen los habitantes. La ciudad ya ha lidiado con problemas de contaminación del agua, como la presencia de arsénico en los pozos de zonas como Chametla y El Centenario, donde estudios han detectado niveles de arsénico por encima de los permitidos. En respuesta a estos hallazgos, en Chametla y El Centenario se construyó una planta potabilizadora que atiende a más de 6 mil personas, resolviendo temporalmente el problema de la calidad del agua.
El consumo de agua con altas concentraciones de magnesio puede provocar problemas gastrointestinales como diarrea, náuseas y calambres estomacales. A largo plazo, en personas con problemas renales, puede aumentar el riesgo de toxicidad por magnesio. Por otro lado, el consumo prolongado de agua contaminada con arsénico puede causar enfermedades crónicas graves, como cáncer, lesiones en la piel, y problemas cardiovasculares. Este tipo de contaminación se ha documentado en varias áreas de Baja California Sur, donde se han detectado fuentes de arsénico en los acuíferos debido a procesos hidrotermales y la actividad minera pasada.
A pesar de la gravedad de estos hallazgos, aún no se ha emitido una exhortación formal a las autoridades correspondientes de los tres órdenes de gobierno. Sin embargo, es probable que en los próximos días se involucren diversas entidades para garantizar la calidad del agua. A nivel municipal, el Ayuntamiento de La Paz debería supervisar el funcionamiento de las plantas potabilizadoras. A nivel estatal, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) será la encargada de realizar las inspecciones necesarias en las instalaciones. Finalmente, a nivel federal, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) deberá asegurar que el agua cumpla con las normativas oficiales de calidad.
El acceso a agua potable de calidad es crucial para la salud pública, y la detección temprana de estos problemas subraya la importancia de un monitoreo constante de los acuíferos de la región para proteger a los habitantes de La Paz de riesgos innecesarios.